El peral de flor (Pyrus calleryana chanticleer) es un hermoso árbol ornamental originario de China.

Es una planta de follaje caduco que puede alcanzar los 15 metros de altura, de forma cónica, que adquiere una belleza inusitada cuando florece, a principio de la primavera, antes de la aparición de sus hojas.

Su pequeño fruto, de un centímetro de diámetro, no es comestible.  En verano, el follaje es verde oscuro, y en otoño generalmente las hojas se vuelven de tonos brillantes, desde el amarillo y naranja hasta lo que es más habitual rojo, rosa, morado y bronce. A veces, muchos de estos colores pueden aparecer en una misma hoja simultáneamente. En ocasiones, el cambio de color ocurre bien entrado el otoño, e incluso una helada temprana puede hacer cesar el cambio y producir una caída prematura de la hoja.

Este árbol es sorprendentemente resistente: es capaz de soportar fríos de hasta 17 grados bajo cero, calor, un grado medio de sequía una vez implantado y la atmósfera contaminada de las ciudades. Se adapta a la mayoría de los suelos, incluso los calizos, y las plagas no suelen afectarlo.

Es muy apreciado por su valor ornamental, potenciado porque sus frutos atraen a los pájaros. Es apto para formar alineaciones, como árbol de vereda o para plantarlo en solitario en el jardín.

Las plantas ofrecidas miden aproximadamente 1,40 m de altura y pueden retirarse los martes, a las 15.30, en un punto de entrega en Paternal (muy cerca de Warnes y Chorroarín), o de lunes a sábados en el vivero, en Cañuelas.

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