El jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda) es una enredadera muy decorativa, de hermosas flores blancas en racimo, muy perfumadas. Es de hoja persistente. Se la cultiva en exterior en situaciones de clima benigno (sin heladas y en lugares de sombra luminosa) o en interior, como planta colgante. Es exigente en cuanto a la humedad, por lo que conviene pulverizar con frecuencia.

El Jazmín de Madagascar necesita pasar un periodo de descanso anual en otoño e invierno para que la floración se produzca en abundancia. Ubicar en un lugar fresco, sin calefacción, poco riego y nada de abono. Si no, florecerá poco o nada.

Las plantas se pueden retirar de lunes a sabados en el vivero, en Cañuelas, o los martes, de 10 a 16, en Constitución (muy cerca de la plaza).

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