Recientemente tuvimos oportunidad de visitar en Portugal un campo de cultivo de alcornoques (Quercus suber), árboles de los que se extrae el corcho. Se trata de un cultivo ecológico, dado que la materia prima se obtiene de la corteza del árbol sin perjudicar la sanidad de la planta. Sin su corteza, los árboles transmiten una extraña sensación de desnudez. Portugal es el principal productor mundial de corcho. Una de las zonas más ricas en ese cultivo es el Alentejo, área que comprende el centro sur del país y que está integrado por 47 municipios.
En nuestro caso, visitamos la región aledaña a la ciudad de Evora, más precisamente en la localidad de Nossa Senhora de Guadalupe, zona en la que se concentra una de las mayores muestras de arte megalítico de todo el arco atlántico. Dólmenes, menhires y recintos megalíticos datados en los siglos V y VI antes de la era cristiana salpican un vasto territorio entre el valle del Tajo, al norte, y la región del Algarve, al sur. El ejemplo más claro y sobresaliente de recinto megalítico de toda la Península Ibérica es el cromlech dos Almendres, que aprovechamos a recorrer.
La experiencia de pasear junto a los imponentes menhires y dólmenes situados en el conjunto de Nossa Senhora de Guadalupe no deja indiferente a ninguno de sus visitantes, convirtiéndose en una experiencia única e inolvidable. Como si fuera poco, el camino que lleva a estas imponentes construcciones megalíticas serpentea en campos plagados de alcornoques, olivos y vides.
La zona es una región de suaves colinas con un clima mediterráneo más oceánico que la parte española colindante. El suelo tiene la acidez exacta que requiere el alcornoque para su desarrollo.
La corteza del alcornoque se extrae manualmente, mediante hachas, cada nueve años y sobre el tronco desnudo de la planta se escribe el año en que se cortó el corcho para evitar una cosecha anterior a la recomendada.
Los tapones de las botellas de vino son su aplicación más conocida, pero existen muchos otros artículos de corcho: accesorios de moda, ropa, zapatos, muebles o revestimientos para el suelo o las paredes. La reciente invención del tejido de corcho ha revolucionado esta industria, y ha demostrado sus apreciadas propiedades: es resistente, versátil, reciclable, hipoalergénico y presenta cualidades térmicas y acústicas. Por si fuera poco, su proceso de transformación es muy sencillo y requiere poco trabajo.
Además de la utilización de la corteza, el Quercus suber tiene gran valor ornamental, por su porte, majestuosidad y la muy buena sombra que proporciona. Es un árbol de hoja perenne con ramas bajas y retorcidas. Puede crecer hasta 20 m de altura, pero a menudo es más pequeño. El alcornoque crece mejor en zonas con inviernos fríos y húmedos y veranos calurosos. Prefiere suelos ácidos y escasa exposición solar.
Si buscás un Quercus suber, no dejes de consultarnos.